A Brasil su vitoria contra Perú por 2-1 le permite encarar el partido con cierta tranquilidad, aunque el seleccionador nacional, Dunga, ha admitido que necesita
mejorar mucho para optar a volver a Santiago el 4 de julio.
La soberbia actuación de Neymar en el debut de Brasil eleva las acciones de la ‘canarinha’, pero es un arma de doble filo pues también le muestra a los colombianos el camino a seguir para frenar a su rival.
Colombia aspira a que el juego abierto de Brasil le permita desplegar el buen fútbol que mostró hace un año en el Mundial y por el que ha llegado a la Copa América con vitola de favorito, aunque su mal debut en el torneo continental arrojó más sombras que luces.
Aunque desde ambos equipos se niegue los aires de revancha, en los dos países todavía escuecen las ampollas de los cuartos de final del Mundial.
Los colombianos no han olvidado la amargura de su eliminación (2-1) después del gran partido que jugaron y en el que, por momentos, acorralaron a Brasil; e incluso algunos todavía ponen en duda la decisión del árbitro de anular un gol a Mario Yepes por fuera de juego.
A los brasileños aún les duele en sus propias carnes el encontronazo de Camilo Zúñiga con Neymar, por el que se lesionó el delantero dejando huérfano a su equipo antes de la fatídica semifinal contra Alemania.
Para Neymar será ante todo una oportunidad para volver a verse las caras con James Rodríguez, figura del Real Madrid y quien todavía tiene mucho por demostrar en la Copa América.
Después del Mundial, Brasil y Colombia se citaron en un amistoso en Miami el pasado agosto y, con un gol de Neymar (1-0), se volvió a imponer la "verde-amarela".
Ni Dunga ni Pékerman han dispuesto de tiempo para ensayar cambios profundos en sus equipos de cara al partido, pero se espera que ambos, por sus propias urgencias, introduzcan alteraciones.
En Brasil podría ganar el puesto de titular el delantero Roberto Firmino, que ha dado buenas sensaciones en los entrenamientos, así como el media punta Everton Ribeiro, quien le permitió a Brasil controlar algo más el juego contra Perú en la segunda parte.
Philippe Coutinho, ya recuperado de unos dolores musculares, podría tener minutos, aunque es poco probable que sea titular puesto que Dunga es poco proclive a excesos de florituras ofensivas.
Desde que asumió el timón de la selección colombiana en 2012, Pékerman ha dado muestras de poder provocar significativas revoluciones con pocos cambios, aunque esa piel camaleónica también puede quedar de lado ante un equipo que todos los colombianos pueden recitar de memoria.
De los jugadores por los que profesa devoción, ante Venezuela Pékerman relegó al banco a Teófilo Gutiérrez y tuvo que cambiar por su bajo rendimiento al lateral Pablo Armero, aunque para ello tuvo que cambiar de banda a Zúñiga.
Cuadrado también está bajo sospecha por su mal momento justificado por los pocos minutos que ha tenido desde que llegó al Chelsea en enero pasado, pero tampoco son pocas las voces que a estas alturas piden la salida de la formación titular de Falcao.
Si de asumir riesgos se trata, pocos dudan de que Pékerman sorprenda, por ejemplo, con el emplazamiento de Cuadrado como lateral derecho o el ingreso de Santiago Arias. De desaparecer Zúñiga definitivamente, puede ganar espacio un lateral zurdo de origen como Darwin Andrade.
Con la segura vuelta al banquillo del delantero Carlos Bacca, se espera una oportunidad desde el pitido inicial para Jackson Martínez. Y como mediapunta, en doble función de marca y apoyo al ataque desde la izquierda, surge la carta de Víctor Ibarbo.
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